A la hora de destapar el envase, hay que hacerlo de forma prolija evitando romper o tirar la tapa, luego, mezclar bien la pintura con una espátula plana antes de retirarla del envase. No usar una varilla u otro elemento para realizar la mezcla.
Cuando se retire del envase, limpiar los bordes con un trapo y al momento de cerrarlo, evitar el ingreso de aire que pueda resecarla.
No pintes al rayo del sol en verano porque ocasionará graves problemas de adherencia y si es invierno, deberás esperar más tiempo entre la aplicación de las manos de pintura, ya que las bajas temperaturas retardan el secado.
Cuando anuncien lluvias o tormentas, no pintes las paredes del exterior. Asimismo, un buen trabajo exige previamente una correcta preparación de la superficie, de lo contrario, se estarán malgastando recursos, materiales y mano de obra.
¿Qué hacemos con la pintura que sobra?
En caso de guardar sobrantes, debes hacerlo en un lugar cubierto (por ejemplo, bajo techo), en posición vertical y que la lata que no reciba impactos o sacudones. Ésta debe quedar bien tapada para evitar que comience a secarse o forme una película por la acción del aire. El ambiente de almacenamiento no tiene que presentar humedad o calor excesivo.
Por el contrario, si no deseas almacenar la pintura, se recomienda dársela a amigos, vecinos o donarla a instituciones, pero nunca arrojarla por la pileta, rejilla u otros cursos de agua.
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