Si bien a la hora de pintar, muchas personas se detienen en aspectos más llamativos como la elección del color, es fundamental prestarle atención a los errores típicos que pueden surgir antes de este proceso:
1 – No limpiar la superficie: si la pared tiene polvo, grasa o cualquier otro tipo de partículas, las mismas actuarán como antiadherente de la pintura. La superficie tiene que estar bien limpia y seca antes de continuar.
2 – No tapar las perforaciones: con esto, nos referimos no solamente a grietas sino también a pequeñas imperfecciones que pudiera haber en la estructura. En caso contrario (primero pintar y luego reparar la pared), no solamente daría un resultado antiestético, sino que además, podría ser necesaria otra mano de pintura para cubrir la refacción.
3 – No neutralizar el color anterior: a la hora de pintar sobre otro color, especialmente si éste es más oscuro, conviene aplicar previamente algún producto que mejore la uniformidad. Muchos de estos productos hoy en día, también protegen la superficie y mejoran la adherencia de la nueva pintura.