Los orientales asocian el azul a la inmortalidad, por otra parte en Occidente, el azul es el color más difundido en la vestimenta. En la naturaleza se presenta en grandes extensiones: el cielo y los mares, frente a los cuales solemos adoptar una actitud contemplativa y seria. Por lo tanto, es un color sedante, que conduce a la introspección y a la quietud.
Se recomienda: en dormitorios con luz natural intensa, bibliotecas y oficinas. También en comedores y vajillas de personas en tratamiento para la obesidad (el azul inhibe el deseo de ingerir alimentos).
No se recomienda: en lugares donde vivan personas opacadas, espacios culturales o de socialización como teatros u otros en donde se fomente la interacción activa, ya que los colores azul y negro terminan produciendo climas fríos y distantes.